viernes, 15 de agosto de 2008



El vuelo depende tanto del esqueleto como de las alas propiamente dichas. Incluso de las plumas. Importante es que, mientras los huesos de los mamíferos son sólidos y pesados, en las aves están huecos y en su interior hay aire en lugar de médula. De ahí que el esqueleto de un ave voladora sea ligero y de huesos delgados. La quilla de esta nave voladora es el esternón, que se encuentra muy desarrollado, para que en él se implanten los poderosos músculos pectorales, muy desarrollados por cierto. Lo que los gastrónomos conocen con el nombre de pechuga
Debido a que las extremidades superiores están diferenciadas para el vuelo, las aves han de sostenerse en posición bípeda, erecta y, por tanto, la cadera y los huesos de las extremidades inferiores son poderosos y fuertes sobre todo en las aves de vida terrestre. En cambio, la cabeza está formada por huesos ligeros y en ella predomina el pico
Las aves son los animales mejor adaptados al movimiento que existen, pues, muchas de ellas no sólo vuelan, sino que nadan con singular rapidez y siendo animales destinados a la vida aérea, se desenvuelven perfectamente en el suelo, en las ramas de los árboles o entre el follaje del bosque

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